Sobre mí
Al movernos por el día a día, o al viajar por trabajo o por placer, no queremos sobresaltos, todo lo contrario, queremos pasarlo bien. Y se puede volver algo engorroso por culpa del equipaje. Es así.
Puede llegar a ser como llevar unos zapatos que te hagan daño.
Y no queremos que una tontería como el equipaje nos chafe los planes.
Hay para quien no es importante el equipaje, pero una buena mochila o maleta te salva de un disgusto.
No hace falta que sea cara, solo hace falta que sea buena. De esas que hacen que el equipaje no se vuelva una preocupación, que vas tan cómoda que apenas le dedicas ni un pensamiento.
Pues de eso va esta página. Es la Marie Kondo del equipaje.
Tengo que aclararte que yo no soy fabricante de maletas, ni ingeniera de producto, ni nada de eso. No soy profesional ni experta, así que si fuera tú, yo no me tomaría mi opinión a raja tabla.
Solo soy una persona que ha viajado mucho y que me fijo en el equipaje que llevo. Me gusta, sin más. Así que eso me ayudó a aprender sobre equipajes, sus usos y en qué momentos es mejor uno u otro.
Soy Laura, encantada
Esta es mi cara jajaj
Me gusta viajar tanto con mochila a la aventura, como a hacer trekkings, senderismo o convivir uno o dos meses en pueblos o ciudades extranjeras y subirme en buses, que huelen a sudor, pero que muestran la vida de verdad del lugar.
También viajar con maleta a lo cómodo y hacer mucho turismo gastronómico. Comer es mi perdición.
Y por supuesto, nunca me verás sin mochila en el día a día o sin riñonera. Siempre llevo un complemento donde guardar mi cartera y mi móvil.
Te aviso de que tengo un lado pijo y de que siento debilidad por las marcas.
Me gustan las cosas bonitas y de buena calidad. Por eso en este blog encontrarás equipaje del que yo pasaría por delante de un escaparate y pararía a comprármelo.
Me maravillan los equipajes novedosos con materiales sostenibles y reciclados.
También las mochilas o maletas que se llevan, que están de moda y con las que sentirme que mi bolsillo se ve reflejado en mi buen gusto.
Sin embargo, te voy a contar mi experiencia más desastrosa con una maleta.
La vez que no tuve buen gusto
He hecho viajes de todo tipo (cortos y largos) y con los nervios de viajar (y mi miedo a volar), de ir para arriba y para abajo, he agradecido mucho llevar una maleta cómoda, resistente y ligera. Precisamente por esto que ahora te cuento.
Cuando fui a Roma, Italia, me compré una maleta de los chinos porque los tenía al lado de mi casa y era más barata.
Que no miré mucho, vaya. De hecho, no miré nada. Bueno, sigo.
No tenía un duro y todo el año esperando ese viaje que iba a ser el único que iba a hacer y cuando por fin llega, la maleta se me daba la vuelta casi todo el rato, la arrastraba por la calle y el aeropuerto. Y yo venga parar y darle la vuelta. Del meneo el asa del agarre bailaba. Una mierda como una catedral. Parecía que se me iba a romper en cualquier sitio. Acabó desgastadísima… Y yo con un sufrir continuo en el estómago. Porque no pesaba poco esa maleta precisamente sabes… Como para tener que cargarla. Y yo con todas las capas encima porque ya no me cabían dentro de la maleta y no quería pagar más. Y encima haciendo coreografías con la p… maleta. Un calor que parecía que estaba haciendo un Ironman… La gente hasta me miraba por verme con la maleta del revés. Se pensarían que tenía manías extrañas. Yo daba un giro y adiós, realmente entre las pintas y la maleta hortera, parecía una tía rara. Me arrepentí BASTANTE. Pensé en tirar la maleta del avión un par de veces.
Desde entonces, me compré otra maleta y aunque me gasté un poco más, la tranquilidad que me ha dado no tiene nada que ver. 10 años después todavía me dura y, salvo por un par de arañazos, el resto está como nueva.
Hay que pensar que al viajar somos como tortugas, llevamos la casa encima. Nos llevamos lo que más necesitamos para esos días, lo imprescindible.
Nuestra vida en una maleta. De ahí la importancia.
Dicho esto, si tú eres como yo, que prefieres viajar con tranquilidad, te muestro los factores importantes que debes de tener en cuenta a la hora de escoger cualquier equipaje.